Somos enigmas.

Nada nos da cobijo.

Brincan las nubes.

Nada es igual. 

Somos cuanto andamos. 

Nuestras pisadas.

Bajo sus ramas

crecemos y soñamos. 

Caen ricos frutos.

Blancas miradas 

destellan las palabras. 

Salvo de noche.

Lluvia de polen.

Nos habitan viajeros.

Inconsistencia.

Al leer mis letras 

admiro tu audacia. 

Mis sueños vuelan.

Cuida tus horas 

disfruta sus aromas. 

El día acaba.

Aún la luna 

contemplo el silencio 

desperezando

Días pluviosos

recóndita belleza

donde tú estás

Agua espejo

si rompo tu gelidez

pierdo mi rostro

Vuelo de voces

salgo en su captura

no son de nadie

(Imagen tomada de http://presenciadeespiritu.blogspot.com.es/ )

Entre tus dedos

se agita el lápiz

trazando nubes

Luz y aire

un dardo de hielo

encogiéndome

Brusco despertar

esperaba jinetes

mientras soñaba

Tan inquietante

el despertar del libro

que nunca duerme.

Paró el viento

y en el umbral encuentro

cartas devueltas

Corre la nube.

Me desplazo tras ella.

Nunca la pillo.

¿Cómo reunir

el millar de fragmentos

de una persona?

Todo es ayer.

¿A dónde van mis pasos?

Cuento estrellas.

Echo de menos

el silente útero

Una sola voz.

Luz en diagonal

partiendo el paisaje.

¿Cómo elegir?

Sobre el cristal

reverbera la noche.

Las luciérnagas.

Siempre el dolor

de sangre inocente

inculpándonos.

Dedicado a Gaza

Los tonos ocres

me hablan de otoño.

Miro mis manos.

Hay un vacío

que yo desconozco aún

con el que sueño

(Imagen tomada de http://presenciadeespiritu.blogspot.com.es/ )

Tales criaturas

caídas en las garras

del infortunio.

Habla el viento:

no seas todo silencio

ni la voz necia.

(Fotografía de http://presenciadeespiritu.blogspot.com.es/ )

Pequeña llama

hija de la ilusión

prendes los días.

Hay un espacio

entre noche y noche

llamado vida.

Días de fuego:

no alces la persiana.

Fúndete en mí.

Las letras brillan

cual ojos de la noche

que nos observan.

Palpo el pliego

mojo en el tintero

mis dedos torpes. 

Como desgarro

los vientos de los hombres

les zarandean.

En la penumbra

hervidero de sombras.

Las mando callar.

Dulce gemido.

Lluvia en los cristales

toda la noche.

Oigo una voz.

No es banal palabra.

Rumor del viento.

( Imagen tomada de http://presenciadeespiritu.blogspot.com.es/ )

Lentitud calma

la de los caracoles.

Imperceptibles. 

Suba al cerro

o desde un peldaño

veo el mundo igual.

Muda el cielo.
Las nubes no entienden
de la holganza.

Donde escuches
haijines de la tierra
hay canto coral.

Las ilusiones
desatan su vórtice
mas ya es tarde.

(Imagen tomada de http://presenciadeespiritu.blogspot.com)

Cierro los ojos
cuanto veo allá dentro
me hace abrirlos.

Los viejos ecos
calan más que la lluvia.
Son incesantes.

Paseo temprano
por el sueño y la luz.
Ardua elección.

Ya anochece.
Debería dar la luz.
Pero veo menos.

Se vuelve blanco

el rostro de la luna.

No es la nieve.

Fue plenilunio.
El batallón de nubes
cegó su visión.

Paso de gentes
entre las luces de neón.
Luna creciente.

Al coger setas
he rozado de nuevo
días lejanos.

Las sombras cuentan
caricias de mil ojos.
Me basta una.

Flor de un día
el poder de los hombres.
Tan efímero.

(Fotografía de http://presenciadeespiritu.blogspot.com)

Las nieblas pasan.
¿Nos protegen o alejan?
La tarde al sol.

Leer a dos luces
¿será vivir dos veces?
Ya amanece.

Los hombres duermen.
Las calles afiladas
son esqueletos.

La voz me atrae
asomado al fondo
El pozo ríe.

Hay luz diagonal.
Me columpio en ella.
¿A dónde retorno?