La envidiable lentitud de los caracoles nos deja caminitos de plata.SaludFrancesc Cornadó
Lento y cansado de buscar sin tregua, algún hueco por el que escapar de aquella gigantesca cárcel....
porqué vascos y franceses se comen al pequeño baboso??saludos
Francesc, cierto, muy cierto, algo pegajosos, pero de plata. Fui un experto recolector de caracoles en mi niñez. Cordial.
Gemelas, simplemente ellos buscan su propio camino. Su concepto del tiempo no existe y de los caminos por donde desplazarse...vete a saber.Gracias.
Omar, ¿en qué sentido? Por el Norte que citas los llaman limacos, al menos en Navarra.
Me encanta tu blog, gracias por dejarme fácil el camino para llegar hasta aquí y descubrir un rincón precioso.Besos.
Vaya, me ruborizas, Carla. Escribo solo cuando la ocurrencia se revela. No siempre acierto. Las letras pueden siempre esperar. Muchas gracias por tu amabilidad. Pasa cuando gustes, procuro además que las fotografías sean otro haiku.
Linda fotografías...y magníficos poemas que despiertan mi admiración. Felicitaciones.
Muchas gracias por el piropo, Victoria Eugenia.Te visito.
La envidiable lentitud de los caracoles nos deja caminitos de plata.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Lento y cansado de buscar sin tregua, algún hueco por el que escapar de aquella gigantesca cárcel....
ResponderEliminarporqué vascos y franceses se comen al pequeño baboso??
ResponderEliminarsaludos
Francesc, cierto, muy cierto, algo pegajosos, pero de plata. Fui un experto recolector de caracoles en mi niñez.
ResponderEliminarCordial.
Gemelas, simplemente ellos buscan su propio camino. Su concepto del tiempo no existe y de los caminos por donde desplazarse...vete a saber.
ResponderEliminarGracias.
Omar, ¿en qué sentido? Por el Norte que citas los llaman limacos, al menos en Navarra.
ResponderEliminarMe encanta tu blog, gracias por dejarme fácil el camino para llegar hasta aquí y descubrir un rincón precioso.
ResponderEliminarBesos.
Vaya, me ruborizas, Carla. Escribo solo cuando la ocurrencia se revela. No siempre acierto. Las letras pueden siempre esperar. Muchas gracias por tu amabilidad. Pasa cuando gustes, procuro además que las fotografías sean otro haiku.
ResponderEliminarLinda fotografías...y magníficos poemas que despiertan mi admiración.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Muchas gracias por el piropo, Victoria Eugenia.
ResponderEliminarTe visito.