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miércoles, 8 de junio de 2011

Tras rozar el mar
mi piel ya no es mi piel
sino la ola.

6 comentarios:

  1. La piel se enhebra en la efemeridad de la oscilación, no necesita más para saberse... y es entonces cuando del cuerpo brota su inmovilismo.




    Saludos

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  2. Tal vez esté sometida a prueba cotidiana la piel, y esa condición constante sea también efímera. Pero a veces sufre influencias de otras materias.

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  3. En mi soledad
    me besó una ola
    soy parte del mar.

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  4. Formidable, me gusta mucho. Una posibilidad más.

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  5. Huy he de ser realista, ¿la mar me vive o vivo la mar? Cuando me zambullo, y lo hago muchas veces, me siento líquido en el seno del líquido-raíz. Es placer. Beso.

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  6. Aprovecha la sensación y el ámbito.

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